Desde mediados de los años 1990, el turismo en Chile se ha convertido en uno de los principales recursos económicos de dicho país, especialmente en sus zonas más extremas. En 2005, este sector tuvo un crecimiento de un 13,6 %, generando más de USD 1 500 millones, equivalentes al 1,33 % del PIB nacional.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), Chile fue el octavo destino para turistas extranjeros dentro de América en 2010, capturando el 1,8 % del total de visitas al continente. Ese año, llegaron al país 2 766 000 turistas que generaron ingresos por USD 1 636 millones. La mayoría de estos visitantes provinieron de países del continente, principalmente de Argentina; sin embargo, el mayor crecimiento en los últimos años ha correspondido al de visitantes de Europa, principalmente de Alemania. Durante el primer trimestre de 2011, entraron más de 1 043 000 turistas, lo que significó un aumento del 9,2 % con respecto al mismo periodo del año anterior, que se convirtieron en un total de 3 069 792 hasta fines de ese año.
Chile, ubicado en el extremo sudoeste de América del Sur, se describe normalmente constituido por tres zonas. La primera de ellas, conocida como Chile continental, comprende una larga y estrecha franja de tierra en la costa occidental del Cono Sur que se extiende a lo largo de 4270 km, mayormente desde la ribera sudoriental del océano Pacífico hasta la cordillera de los Andes, entre los paralelos 17°29'57" S y 56°32' S. La segunda, denominada Chile insular, corresponde a un conjunto de islas de origen volcánico en el océano Pacífico Sur: el archipiélago de Juan Fernández y las islas Desventuradas, pertenecientes a Sudamérica, la isla Salas y Gómez y la isla de Pascua, geográficamente ubicadas en la Polinesia. La tercera, llamada Territorio Chileno Antártico, es una zona de la Antártica o Antártida de 1 250 257,6 km² entre los meridianos 53° W y 90° W sobre la cual Chile reclama soberanía, prolongando su límite meridional hasta el Polo Sur. Debido a su presencia en América, Oceanía y la Antártica, Chile se define a sí mismo como un país tricontinental.
La amplitud latitudinal del país, que se extiende por casi 40 grados —que llegan a casi 73 si se incluye el Territorio Chileno Antártico—, su relieve y la influencia del océano Pacífico son los principales factores que explican la variedad climática y paisajística de Chile, lo que condiciona el desarrollo de la formación de distintos ecosistemas en el país.
Los principales atractivos turísticos chilenos corresponden a su costa de 6435 km de longitud, la cordillera de los Andes —con sus estaciones de esquí, sus montes y volcanes—, sus islas y archipiélagos —isla de Pascua es uno de los principales destinos turísticos chilenos—, y lugares de paisajes naturales —integrados por 14 monumentos naturales, 36 parques nacionales, 10 reservas de la biosfera, 52 reservas naturales, 39 santuarios de la Naturaleza y 12 sitios Ramsar—, principalmente los de las zonas extremas del país.
Entre los souvenires de Chile, destacan los vinos, los trabajos en cobre y madera, los tejidos y la artesanía en general.
Fuente: Wikipedia
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